sábado, 17 de octubre de 2015

Sábado

A ver a ver, cuánto tiempo hace que no vengo por aquí...
Bueno, han sido unas semanas un tanto extrañas. Bien, mal, un poco de todo. Cuando quería escribir no tenía tiempo y cuando lo tenía no sabía qué escribir. Realmente a veces pienso que no tengo nada que contar; y más tarde, sin embargo, creo que hay demasiado de lo que hablar. Es confuso.

Estoy buscando una familia au-pair, donde sea, no me importa, simplemente quiero desaparecer un tiempo, ver nuevos lugares, nueva gente, nuevos olores, nueva comida... A veces estoy tan cansado de esta ciudad... y, otras, me encanta disfrutar de esta tierra. Pero nadie se llevará de mí las ganas de huir. No es huir ni de nada ni de nadie. Explorar. Conocer. Es bonito, ¿no?

Hace unos días tuve la primera clase práctica del nuevo curso de maquillaje, y ha vuelto en mí la emoción de comenzar algo nuevo, de palpar por primera vez nuevos conocimientos. Estoy entusiasmado por todo lo bueno que me va a poder ofrecer. Creo que ha sido un acierto y que será algo que realmente disfrutaré.

Ahora mismo es tarde y espero volver pronto para seguir contando cosas de los últimos días, pero antes compartiré algo que llevo dentro desde hace semanas...

La verdad es que estoy muy feliz porque el día 30 Amaral sacará nuevo disco después de 4 años. Para algunos puede no parecer algo trascendental, pero para mí lo es todo. Ha sido una larga espera. Lleva acompañándome más de 10 años, desde aquellas primeras veces que la conocí mientras viajaba. Poco a poco se fue ganando mi corazón, llegando hasta el fondo de mi ser y mezclándose conmigo de tal manera que acabó fundiéndose en mi alma. En tantos días, en tantos recuerdos, tantas risas y lágrimas, en tantos momentos has estado conmigo, compartiendo mis problemas, mis inquietudes. Al final, la música es como un amigo, como un familiar, como tú mismo; me ha ayudado tanto que me resultaría imposible desprenderme de ella. Sé que muchos no entienden el sentimiento, y otros tantos tienen la suerte de hacerlo, de saber lo que puede llegar a significar.
Palabras que me han hecho sonreír como idiota, notas que me han erizado el vello, directos que me han hecho llorar en plena calle. Algo que te provoca tantas sensaciones te acompaña sí o sí allá donde vayas.

Bueno, seré sincero al decir que la integridad de lo que contado no lo he pensado demasiado, tan sólo he escrito todo lo que iba saliendo de mi mente, sin cambios ni modificaciones, sin depurar. Supongo que es lo que ocurre cuando no sabes de qué hablar exactamente: hablas

"Si los días pasan de largo a toda velocidad, si parece que busco algo que no se deja encontrar, si me creo que estoy de vuelta y no llego a ningún lugar, si este es el camino que debíamos tomar... Hazme subir para respirar el oxígeno líquido en tus labios..."







No hay comentarios:

Publicar un comentario