jueves, 28 de julio de 2011

Hasta luego

Llegó el momento. Uno que para la mayoría llegó hace poco más de un año y que para mí llega hoy. El momento de despedirse de Ugly Betty, una de las mejores series que he podido encontrar.
Sin intención alguna de venderla, diré que no son pocos los buenos ratos que me ha hecho pasar, o a veces incluso malos, que me han mantenido pegado a la pantalla. Betty me ha hecho reír, llorar, emocionarme y descubrir a la persona más cariñosa, altruista y dulce que pueda haber en este mundo. Pero, desde luego, lo que más admiro y me ha inspirado de ella ha sido la fuerza y el coraje que ha demostrado a la hora de afrontar los numerosos problemas que se le han presentado. También me ha enseñado que, con persistencia y dedicación, pueden obtenerse buenos resultados.
Con cada capítulo he ido cerciorándome de que, al fin y al cabo, tengo una pequeña Betty en mi interior.

Y siempre la tendré, aquí: en mi corazón. Hasta siempre.

#1

Necesito fuerzas para continuar...

#0

A partir de ahora, cada jueves, iré poniendo una frase que he podido encontrar en canciones, libros, películas... o incluso en el día a día. Todas relacionadas con el amor y sus intrincaciones.

martes, 26 de julio de 2011

Salta

"Salta con los brazos abiertos, ya no toques el suelo, y que tu cuerpo remonte el vuelo hacia el cielo (...) Salta aunque nadie te comprenda por encima de cabezas huecas; salta como un gato, tú no eres un pájaro enjaulado".

Me inspiro gracias a estas palabras sacadas de una canción de Amaral, pero al tiempo me viene a la cabeza un capítulo de la serie Ugly Betty con el mismo nombre. En él, la protagonista, Betty Suárez, tenía que lidiar con un gran problema: saber si su destino era permanecer al lado de Henry, su novio, o, por el contrario, de Gio, alguien con el que había compartido poco tiempo pero le había sido suficiente para darse cuenta de lo enamorada que estaba de él. Sí, al principio puede resultar banal la supuesta encrucijada en la que se encuentra la joven; incluso puede parecer sencilla la solución: que se quede con Henry, ya que es su amado. Y sí, en parte ese argumento es muy válido (en ocasiones suficiente); aunque, para su desgracia, va a perder a ese chico que tanto ama dentro de muy poco tiempo y sólo podrá verlo en determinadas ocasiones. Al mismo tiempo tiene al otro, al que enseguida supo encontrarle demasiados aspectos favorables. ¿Qué debería hacer ella: quedarse con la persona que ama y sufrir por no poder disfrutar ese amor que le profesa; o debería conformarse con una relación asegurada que, al menos, le permitiría estar atenta de sus otras preocupaciones? Quizá su única opción sea saltar... por una vez en su vida, saltar y olvidarse de todo, pensar en sí misma.

domingo, 24 de julio de 2011

Expectaciones.

No debería imaginarme tanto mi futuro ideal para así prestarle más atención al presente y vivir el momento tal y como desearía. Sólo así conseguiré lo que quiero.

Está claro que necesito un cambio en mi vida, pero no tengo ni la más remota idea de cuál camino me conviene y cuál no. Las consecuencias de una mala elección podrían ser nefastas, y no estoy preparado para afrontarlas. Intento evadirme con vicios baratos y saludables que finalmente me resultan más caros y, por si fuera poco, mellan mi autoestima cada vez más.
No puedo seguir de esta forma: engañando a los demás y, sobretodo, a mí mismo.