Me pediste que me quedase con los buenos recuerdos, y de hecho éstos no cesan de vagar por mi mente, aunque puede que no de la forma que tú querrías o... ¿qué sé yo? Una vez más te dio por ser ambiguo en el momento que más necesitaba que te expresases con claridad.
"Si yo pudiera me llevaría la tristeza de tu cabeza" dice una canción, pero ¿de verdad quieres que te la quiten? ¿Acaso disfrutas con ella? Parece que piensas que no puedo entenderte, que somos muy diferentes...
Eso no es así, pero ya no puedo hacer nada por demostrártelo. Ya es demasiado tarde, siempre lo fue. El final estaba sentenciado desde el comienzo de todo, pero una vez más me refugié en una felicidad artificial que pronto se desintegró.
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