No debería imaginarme tanto mi futuro ideal para así prestarle más atención al presente y vivir el momento tal y como desearía. Sólo así conseguiré lo que quiero.
Está claro que necesito un cambio en mi vida, pero no tengo ni la más remota idea de cuál camino me conviene y cuál no. Las consecuencias de una mala elección podrían ser nefastas, y no estoy preparado para afrontarlas. Intento evadirme con vicios baratos y saludables que finalmente me resultan más caros y, por si fuera poco, mellan mi autoestima cada vez más.
No puedo seguir de esta forma: engañando a los demás y, sobretodo, a mí mismo.
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