Me pierdo pensando en nosotros y juro que no me arrepiento de haberte entregado la vida, me queda lo bueno. Te miro a los ojos y sé que ha llegado el momento, y tiemblo. Te marchas y no se me ocurre decir ni una sola palabra que acabe con este silencio que ahora me alcanza.
Palabras - Amaia Montero.
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