+El día que te fuiste de mi casa me dijiste que tu vida habría sido diferente si yo hubiera sido tu madre. Pues voy a ser tu madre ahora. ¿Vas a hacerme caso? Creo que no deberías irte, deberías quedarte y llamar a la policía.
-No puedo.
+Sí que puedes.
-No quiero pasarme el resto de mi vida en la cárcel.
+Cielo, ¿no ves que ya estás en la cárcel? ¿No te das cuenta de que vayas donde vayas por dentro seguirás enfadado, que seguirás sufriendo? Y mientras quieras seguir haciendo daño a los demás, nunca podrás ser libre.
-Seré bueno, lo juro.
+Pero el mundo nunca podrá ver que eres bueno si tú realmente no te preocupas en demostrárselo. Por favor, si coges el teléfono todos lo sabrán y yo me sentiría muy orgullosa de ti.
Lynette y Eddie, Mujeres desesperadas. Sexta temporada, capítulo veintitrés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario