-Susan, yo no sé mucho de amores. Me he enamorado un par de veces, pero siempre acababa no mereciendo la pena, y me decía a mí mismo que no me perdía gran cosa. Pero verte a ti, todos estos años, c-cómo te has esforzado, cómo te han hecho daño, pero sigues levantándote, te sacudes el polvo y vuelves a probar. Puede que sí me esté perdiendo algo. Puede... que sí merezca la pena. Y supongo que no te ayudará que te diga esto, pero... eres una auténtica heroína para mí, de verdad.
Eli Scruggs, Mujeres desesperadas. Quinta temporada, capítulo trece.
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