No me digas nada cuando bajo la persiana, no me digas que me calme, no me digas nada nada. No me digas que me calle cuando pido ayuda desde la alambrada, no me cierres la muralla, no me digas que estoy guapa, y quiéreme. Cuando menos lo merezca, quiéreme. Cuando corra hacia tus brazos, ríndete. Cuando pacte con mi boca una idiotez, no me digas que me quieres, quiéreme. No me digas nada cuando ves que en mi mirada hay más lanzas que pestañas, hay más culpa que amenazas.
No me digas "te lo dije" cuando piso el charco del que siempre hablas. No me dejes sin palabras, no me cierres la ventana y quiéreme. Cuando menos lo merezca, quiéreme. Cuando corra hacia tus brazos, ríndete. Cuando pacte con mi boca una idiotez, no me digas que me quieres, quiéreme. Cuando el miedo se arrodille ante mi altar, cuando el cielo me castigue una vez más, porque soy sólo una niña sin peinar que no sabe qué está bien o qué está mal.
Cuando menos lo merezca - La oreja de Van Gogh.