No siempre es fácil distinguir entre los buenos y los malos. Los pecadores pueden sorprenderte y lo mismo sucede con los santos. ¿Por qué intentamos definir a las personas simplemente como buenas o malas? Porque nadie quiere admitir que la compasión y la crueldad pueden vivir mano a mano en nuestro corazón, y que todos somos capaces de cualquier cosa...
Mary Alice Young, Mujeres desesperadas. Segunda temporada, capítulo nueve.
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