sábado, 20 de febrero de 2016

Segunda semana en Holanda

Esta vez escribo algo tarde (más aun aquí), pero al final esta noche no salgo, así que... 
Como en todo trabajo, son los primeros días de adaptación para empezar a hacer las cosas bien. Es una situación complicada porque los niños no entienden nada de inglés salvo algunas palabras, por lo que tengo que comunicarme con gestos, señales o tirar de traductor... Welterusten! (Buenas noches). Ya estoy inscrito en el pueblo por lo que ya puedo abrirme una cuenta del banco y en cuanto pueda me haré la tarjeta SIM para no estar sin conexión cuando ando por ahí. La idea de apuntarme al gimnasio sigue en mente, y más ahora con tan poco para hacer por aquí, pero creo que mejor esperaré a cobrar. Sé que es lo típico que se suele decir en estas ocasiones, pero el cambio cuesta. Salir a la calle y que no sean tus tierras las que te rodeen, no tener la posibilidad de pasear por los sitios que tan bien te conocías, de hacer las cosas que hacías, de tus rutinas que a veces te cansaban pero ahora echas de menos (y cuando me vaya de aquí será esta la rutina que echaré de menos, ¡lo sé! pero yo soy así xD)... Sin embargo, diría que lo peor de todo es darse cuenta de que, por mucho que lo intentes, no vas a poder estar con tu gente, tu familia y tus mejores amigos, no vas a poder hacer esas cosas que hacíais ni tener esos momentos que te llenaban. Fui bastante ingenuo al creer que podría ser feliz solo con irme, que los recuerdos serían menos fuertes que las ganas de por fin desenvolverme y hacer un cambio, pero es en estos momentos cuando desearía que pudiera haber un equilibrio entre ambos. Como lo estuve deseando durante años mientras iba comprendiendo que en España las posibilidades empezaban a ser cada vez más nulas. ¿Y yo era el que quería irme a vivir aún mas lejos en cuanto tuviera un poco de dinero?
Aun así nunca diré que esta situación no me ha traído ni me traerá nada beneficioso y aprovechable, porque estaría mintiendo. Pero creo que podría irme al lugar que quiero con menos complicación simplemente por el hecho de verlo así, como un deseo, y no como algo que no tengo más remedio que hacer.
Son 7 los meses que me quedan aquí, y algunos menos para empezar a tomar decisiones de lo que pasará después.

No hay comentarios:

Publicar un comentario