4:29 de la madrugada. Acabo de llegar de casa de Ovi y voy a pasar las fotos de esta noche al ordenador...
Retrocedamos en el tiempo.
Esta tarde había quedado con Javi en el centro para dar una vuelta, tomar algo y mirar tiendas de peluquería para que cogiera ideas para las mechas de colores que quiere hacerse próximamente. No íbamos a cenar como me había dicho la semana anterior, pero aun así el plan me hacía "ilusión". La cosa es que anoche fui a Ánimas con Marco y llegué casi a las 7 (la noche anterior también me acosté tardísimo y dormí 4 horas), así que, por mucho que me haya puesto el despertador del móvil, no he conseguido despertarme hasta las 4 de la tarde. Por lo que era imposible estar en el centro a las 6, y más cuando están en obras en Renfe y hay trenes cuando se alinean los astros. Así que tras comer y ducharme, he mirado la aplicación de horarios y el próximo era en 5 minutos... Imposible. El siguiente en una hora, a las 18:30, con lo que hubiera llegado a las 19.00. Como mi idea era que íbamos a estar hasta el último tren por el centro supuse que no había problema, pero Javi tenía otra idea (yay!). Básicamente me ha cancelado porque había quedado para cenar con amigos en un chalet y se iba a ir a las 8:30, DATO QUE YO NO TENÍA, por lo tanto íbamos a estar muy poco tiempo. Así que nada, muchas gracias por decírmelo cuando ya estaba vestido y arreglado. Me he cabreado bastante y me he quedado con cara de idiota mirando ideas para mi próximo tatuaje en Internet. En eso que Ana me ha hablado por Whatsapp, le he contado lo que había pasado y ella me ha ofrecido ir a ayudarle a hacer fotos para sus prácticas en el ayuntamiento y así despejarme. Así que maravilloso, esplendorioso, perfectioso. Basta.
De esa manera he aprovechado para desempolvar mi cámara (al menos de fotos "buenas") y me he montado en el coche allá donde me llevara. Resulta que en la playa de Puçol se organizaba una cena popular en la que iba a estar el equipo de gobierno y todo, qué qué. La alcaldesa en funciones nos ha invitado a flan de café y un triangulito de chocolate; compremos votos, sí, señor. Pero eh, ¡postre gratis!
Conforme pasaba la noche era cada vez más gracioso. Una chica de la falla La marjal me ha parado pensando que yo también trabajaba para el ayuntamiento y me ha informado de que iban a realizar un sorteo entre los comensales, por si quería hacer fotos. Majísima la chica, la verdad. Aunque yo estaba nervioso en plan "em, no soy del ayuntamiento". Se lo he dicho y le he dicho que iba informar a mi amiga. Después Ana ha ido a hablar con ella de algo y una de las frases de la chica ha sido "sí, le había comentado a tu compañero...". Me encanta.
Bueno, hemos estado haciendo fotos a la gente del sorteo y luego ha empezado la discomóvil... SÍ. Aunque tenía su aquel. Me he animado y he seguido haciendo fotos mientras bailoteaba. Genial.
Lo que hace tener una cámara y una sonrisa en la boca. Varias personas me han pedido fotos o posaban para mí... y yo era muy feliz. He aquí:
Conozco al tercer chico de la última, no recuerdo el nombre de su madre. Bueno, luego han aparecido Ovi, Ania y Pedro.
Han estado unos minutos y después han ido a sentarse mientras nosotros seguíamos haciendo fotos, pero tampoco demasiado tiempo ya que estábamos cansados. Así que enseguida hemos vuelto con ellos para bailar, grabar algo de vlog, hablar de tatuajes con un chico que ha aparecido después y comer patatas campesinas.
Algo más tarde hemos ido a casa de Ovi, una casa enorme, en la zona donde viven las gemelas que una es profesora de educación física y la otra psicóloga de mi antiguo colegio. Había una gata muy bonica, me encantaba, tenía miedo pero enseguida me ha ronroneado por acariciarla. Íbamos para jugar al Tabú, pero hemos acabado viendo vídeos de risa y Pedro se ha quedado dormido enseguida así que Ana y yo nos hemos ido porque además ella había quedado con un chico. Aun así Ovi muy majo, nos ha dicho que vayamos otro día a jugar a ping-pong, es muy simpático, te da bastante conversación y te ESCUCHA. Me gustaría que acabáramos siendo amigos.
Por lo tanto, genial, sin más tengo material para Flickr y para el vlog. Todavía no he visto los vídeos, pero algo guay podré sacar de ahí. Toca ya subir algo. Estoy contento y satisfecho por haberme divertido de una forma inesperada y por el material conseguido.
Aun así, tiene su parte agridulce que esta sea una de las últimas quedadas felices con Ana, ya que el 15 de septiembre coge su vuelo a Alemania. Se va de au pair un año y sé que voy a estar triste, pero no hay mucho que hacer al respecto.
En fin, sé que esto es algo nuevo en el blog. A ver cómo resulta el día de mañana y espero editar el vídeo pronto. Un abrazo, apos.